sábado, abril 21, 2012

Ready Player One


Estamos en el año 2044 y, como el resto de la humanidad, Wade Watts prefiere mil veces el videojuego de OASIS al cada vez más sombrío mundo real. Se asegura que esconde las diabólicas piezas de un rompecabezas cuya resolución conduce a una fortuna incalculable. Las claves del enigma están basadas en la cultura de finales del siglo XX y, durante años, millones de humanos han intentado dar con ellas, sin éxito. De repente, Wade logra resolver el primer rompecabezas del premio, y, a partir de ese momento, debe competir contra miles de jugadores para conseguir el trofeo. La única forma de sobrevivir es ganar; pero para hacerlo tendrá que abandonar su existencia virtual y enfrentarse a la vida y al amor en el mundo real, del que siempre ha intentado escapar.
Esto es lo que podemos leer cuando vemos la reseña de Ready Player One, una de las novelas revelación en el género de ciencia ficción el año pasado (se publicó en agosto del 2011) y que además es el debut literario de Ernest Cline, quien ya tenía algunos trabajos como escritor de películas (Fanboys, 2009).
La novela es genial de principio a fin, en especial si eres un amante de la ciencia ficción y el Internet (así que seguramente la mayoría de los lectores la encontrarán muy disfrutable).
El mundo en el que Clive ubica a Wade Watts, nuestro protagonista, esta viviendo una crisis energética como nunca antes se había visto; Wade vive en una especie de favela formada con remolques apilados uno encima de otro, cercana a la ciudad de Oklahoma, en «casa» de una tía. Pero él, como el resto de la humanidad, se diluye de esa vida triste y gris adentrándose en un universo virtual interactivo, el más grande MMORPG de todos los tiempos, lo  que le permite evadirse de la triste realidad.
La novela se centra en esta red virtual sucesora de Internet, llamada OASIS, que es una especie de WoW combinado con Second Life que además llega a sustituir la estructura básica del Internet y es usada incluso para para hacer negocios (algo que ya pasaba en Second Life) y más.
La trama que se desarrolla en Ready Player One es la de una herencia millonaria dejada por James Halliday, uno de los creadores de esta red virtual. A la hora de morir, James sube a Internet un video en el que dice que la herencia (una fortuna millonaria y la posesión de la empresa creadora de OASIS) pasará a ser de aquel que encuentre algunos Huevos de Pascua escondidos en OASIS.
La gente se involucra tanto en la cacería que empieza a estudiar la vida de Halliday, que creció en la década de 1980, por lo que el libro se empieza a llenar de referencias a música de la época, a películas, Dungeons & Dragons, Ultraman y películas japonesas clase B y sobre todo videjuegos clásicos.
Después de algunos años sin que nadie haya descubierto nada y que representaron un resurgimiento de la cultura de 1980, sólo algunos pocos siguen buscando estos huevos de pascua, los «Gunters» (abreviación de egg hunters). Y Wade es uno de ellos.
A partir de ahí, la historia se hace mejor y mejor y nuestro protagonista se ve envuelto en una serie de misterios aderezados con miles de referencias a películas, videojuegos, series, música y mucho más de una década que fue una revolución. Es increíble lo rápido que quedas atrapado en la dinámica del libro, que tiene un ritmo muy rápido y por eso mismo a veces se queda corto en los detalles. No recuerdo cuántas veces tuve que hacer una pausa para ver algún detalle de algún juego clásico de Atari o una obscura referencia a algún videojuego. Incluso me atrevía a hacer algo de arqueología gamer y jugar algunos títulos clásicos de consolas -para nuestros estándares- antiquísimas.
Este es mi libro favorito de lo que va del año y les recomiendo a todos que lo lean, les garantizo que no se arrepentirán. Es tan bueno que Warner ya compró los derechos de la película y no puedo esperar a ver qué es lo que sucederá con ella. Un aplauso a Ernest Cline.
Ready Player One es única en su género, una especie de retro cyberpunk futurista que te mantiene pegado al libro.
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